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Cómo reducir y reutilizar los residuos orgánicos de tu establecimiento hostelero

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13/02/2024

Los residuos orgánicos son la parte más importante de la bolsa de basura de un local de hostelería. Por lo tanto, es necesario reducir su generación y gestionar de manera adecuada los desechos. Adoptar medidas para minimizar estos excedentes, realizar la separación en origen y participar en los sistemas públicos de recogida selectiva, o con la instalación de sistemas propios con compostadoras, supone alinearse con el objetivo de Hostelería #PorElClima. ¡Es hora de darle un giro verde a tu establecimiento!

Comprender la importancia de reducir y reciclar los residuos orgánicos va más allá de una simple práctica ambiental; es una contribución directa a la construcción de un futuro sostenible. Cada gesto cuenta en la preservación de nuestros recursos naturales y la mitigación del impacto negativo en el medio ambiente.

En el caso específico de los residuos orgánicos, la reducción tiene que ver con la gestión de las compras y de la disposición al consumidor de los productos, evitando la compra o el uso de alimentos que no van a utilizarse.

Y hay que tener en cuenta que los desechos pueden convertirse en recursos útiles a través del compostaje. Al reciclar, no solo damos una segunda vida a los materiales, sino que también reducimos la presión sobre los vertederos y la necesidad de nuevas materias primas.

Al seguir estos pasos, los locales no solo contribuyen al cambio climático sino que también se suman activamente a la revolución sostenible liderada por iniciativas como Hostelería #PorElClima. ¿A qué esperas para sumarte y empezar a reaprovechar los recursos? Colabora con los sistemas de recogida selectiva o piensa en la posibilidad de poner una compostadora en tu local y fabricar tu propio compost.

La primera opción, reducción

En el arte de reducir residuos, la gestión inteligente de inventarios y la adaptación de menús también juegan un papel importante. Cambiar nuestro enfoque hacia platos que aprovechen al máximo cada ingrediente no solo es sabroso, sino también un pequeño gesto hacia una cocina más sostenible. Y tener en cuenta el descarte, para su reutilización y aprovechamiento.

El aprovechamiento de la comida, antes de convertirse en residuo, también pasa por su gestión en sala. Ofrece a tus clientes llevarse la comida que no han consumido, de esta manera contribuyes a la reducción del desperdicio de alimentos y reduces los restos orgánicos que se generan en tu establecimiento.

Es hora de gestionar lo que no se puede reducir

Separar con conciencia

El primer paso para reciclar los residuos orgánicos es la separación adecuada. Para ello, es crucial conocer qué residuos son separables y cuáles no. Los residuos orgánicos separables incluyen cáscaras, pieles y partes no comestibles, otros desperdicios de carnes, partes no consumibles de pescados, grasas sólidas, posos de café y té, servilletas, entre otros.

Por otro lado, los residuos no separables abarcan elementos como tapones de corcho, palillos o palos de helado y otras virutas de madera. Para mantener la correcta separación, almacena los residuos en bolsas preferiblemente compostables, evitando derrames y minimizando olores desagradables.

Almacenar los residuos

Una vez separados, el siguiente paso es almacenar adecuadamente los residuos. Utiliza contenedores con tapas herméticas y accionamiento no manual para evitar derrames y garantizar la higiene.

Coloca los contenedores en zonas accesibles con agua corriente y desagüe, facilitando la limpieza regular. Además, busca ubicaciones con pavimentos de pocas juntas y paredes con medias cañas para facilitar la desinfección. Evita áreas de circulación y paso de alimentos para garantizar la seguridad e higiene en el manejo de los residuos.

Reciclaje y cumplimiento de las normas

Es crucial implementar la recogida separada de los residuos orgánicos. Muchas ciudades han introducido contenedores específicos, de color marrón o gris oscuro, para la recogida selectiva de los mismos. En algunos casos, los establecimientos hosteleros disponen de sistemas segregados y contenedores adaptados a sus necesidades. Mantente informado sobre las regulaciones locales y participa activamente en la implementación de estas medidas.

Tratamiento y reaprovechamiento

Una vez recogidos, los residuos orgánicos son tratados para su fermentación, produciendo compost o abono natural. Este proceso puede realizarse tanto en plantas de residuos como en establecimientos hosteleros y hogares, utilizando compostadoras propias.

También se pueden desarrollar acuerdos de colaboración con productores locales para la elaboración de su compost en sus explotaciones.

Participar en este ciclo cerrado de tratamiento y reaprovechamiento no solo reduce la cantidad de residuos enviados a vertederos, sino que también contribuye a la generación de compostaje, que puede utilizarse en el jardín del propio establecimiento o facilitar para su uso a los proveedores locales.Considéralo como una oportunidad para contribuir activamente a la creación de recursos útiles a partir de tus propios desechos.

¡Pon una compostadora y fabrica tu propio compost!