¿Quién creó el nombre y el logo de Coca-Cola?

Frank Robinson no solo es el nombre detrás de una de las marcas más icónicas del mundo, sino también el cerebro detrás de un logo que ha resistido el paso del tiempo, manteniendo su relevancia y atractivo a lo largo de generaciones. Este genio creativo y amigo de John Pemberton, el farmacéutico que inventó la bebida que hoy conocemos como Coca-Cola, no solo sugirió el nombre de la bebida, sino que también diseñó el emblemático logotipo que todos conocemos.  

En el año 1886, el farmacéutico visionario John S. Pemberton creó una bebida para vender en farmacias como un elixir revitalizante. Pero fue Frank Robinson, su socio y contable, quien vio más allá de una simple medicina. Con un golpe de genialidad, Robinson propuso el nombre "Coca-Cola", un título que no solo era fácil de recordar, sino que también resonaba con promesas de refresco y vitalidad. 

Pero, ¿sabías que Frank Mason Robinson también creó el logotipo de Coca-Cola? Nacido en una época donde la publicidad y el branding estaban en sus primeras etapas, Frank Robinson demostró un entendimiento profundo de la importancia de un buen nombre y una identidad visual fuerte.  

Robinson, con su caligrafía excepcional, jugó un papel crucial al escribir el nombre de "Coca-Cola" en una fuente Spenceriana. Esta fuente, que era popular en los Estados Unidos durante el siglo XIX, se caracteriza por sus líneas fluidas y ornamentadas, lo que le daba al logotipo un aire de elegancia y exclusividad.  

Es precisamente esta elección de diseño la que ha permitido que el logotipo de Coca-Cola permanezca prácticamente inalterado hasta nuestros días, sobreviviendo a las modas y tendencias cambiantes en el mundo del diseño gráfico. 

El “culpable” de las primeras estrategias de marketing de Coca-Cola 

Robinson no solo aportó el nombre y el diseño. Él fue el cerebro detrás de las primeras estrategias de marketing de la bebida, promoviendo Coca-Cola con una mezcla de técnicas innovadoras que incluían cupones para muestras gratuitas y anuncios en periódicos. 

Su visión para la marca era tan clara y adelantada a su tiempo que muchas de las estrategias que implementó sentaron las bases para las modernas técnicas de marketing. 

Una anécdota que refleja el ingenio de Robinson y su dedicación a la marca se cuenta a menudo en los círculos de marketing. En los primeros días, para superar el escepticismo del público, Robinson personalmente iba de bar en bar, convenciendo a los propietarios de ofrecer Coca-Cola.

Se dice que llevaba consigo una peculiar herramienta de marketing: un libro de contabilidad en el que anotaba los nombres de aquellos que probaban la bebida, asegurándoles que Coca-Cola pronto sería tan popular que las personas vendrían preguntando por ella por nombre. 

Por todo ello, la próxima vez que levantes una Coca-Cola, recuerda a Frank Robinson, cuya genialidad ayudó a dar forma a uno de los mayores éxitos en la historia de los negocios globales.