Las startups ganadoras del concurso Mares Circulares buscan soluciones para el reciclaje de residuos marinos

Ecoballution: del mar a las canchas y Economía Azul 4.0 son los dos proyectos ganadores del concurso de Mares Circulares, el programa de limpieza de costas y fondos marinos, sensibilización e impulso de la economía circular de Coca-Cola. Sus responsables nos hablan del reciclaje de residuos marinos en España, eje de ambas iniciativas.

Mares Circulares y la Asociación Chelonia organizan este concurso que pretende impulsar las ideas innovadoras y la investigación para prevenir o reducir el impacto de los residuos en mares y entornos acuáticos de España y Portugal aplicando el principio de la economía circular. En la quinta edición y en la modalidad de startups han resultado ganadoras dos iniciativas gallegas: Ecoballution: del mar a las canchas y Economía Azul 4.0.

Ambas recibirán una dotación de 8.500 euros para llevar a cabo estos proyectos, centrados en el reciclaje de residuos marinos y que además fomentan el empleo local, ya que una apoya el trabajo artesanal de las redeiras gallegas y la otra favorece la implantación de nuevas industrias para introducir el carbonato cálcico de las conchas de mejillón en la cadena de valor. 

Ecoballution: un viaje del baloncesto a las redes pesqueras

El joven Carlos Martínez Pardo, quien ha jugado en varios equipos de la ACB, concibió Ecoballution como una oportunidad de poder devolver al deporte todo lo que este le ha dado. “Esto es una tarea sin final e imposible de conseguir, pero motivadora, y de momento hemos reciclado y restaurado casi 7 toneladas de residuos marinos y hemos sacado nuestra primera colección textil sostenible”, explica.

Uno de los ejes de su proyecto es la colaboración con las redeiras gallegas, profesionales que se dedican a la confección, reparación y mantenimiento de artes y aparejos de pesca. Son estas mujeres las que, de manera artesanal, convierten las redes de pesca recogidas del mar en redes para canastas de baloncesto y porterías.

De esta forma, Ecoballution consigue un doble objetivo: el reciclaje y recogida y reutilización de residuos marinos y la promoción de la economía local. En menos de 10 meses, han conseguido poner en el mercado más de 800 redes de baloncesto recicladas a mano y recuperado más de 1.800 kilos de red estropeada. En total, desde su fundación en diciembre de 2020, Ecoballution ha logrado reciclar más de 6.000 kilos de residuos marinos.

Carlos Martínez afirma sentirse “muy agradecido por el reconocimiento, siempre trabajamos con mucha motivación y con el propósito de mejorar y este premio supone un extra de energía para seguir en la línea que tenemos marcada e intentar seguir escalando el proyecto mientras conservamos los mismos valores”. ¿El mayor reto? Para el emprendedor y deportista gallego este consiste en “poder comunicar y llegar de una manera transparente a la gente, enseñar lo que hacemos y los procesos con el objetivo de que se vea el valor añadido que creo que hay detrás de cada uno de nuestros productos. Es decir, llenar el espacio existente entre valor percibido y precio”.

Economía Azul 4.0: las propiedades del mejillón

El proyecto del ingeniero industrial Diego Vázquez González también tiene a Galicia como protagonista. Economía Azul 4.0, de su startup Newmind Innovation, está centrado en convertir el carbonato cálcico, un subproducto procedente de la cocción del mejillón, en una materia prima que se pueda introducir de nuevo en la cadena de valor. Un ejemplo de ello sería usarlo en la fabricación de un material que pueda sustituir productos más caros y menos sostenibles, como el acero inoxidable o el mármol.

Galicia produce unas 250.000 toneladas de bivalvo al año; la concha, un material compuesto por carbonato cálcico, supone el 25% del peso total de la pieza. El objetivo del proyecto es “terminar con los vertidos incontrolados de conchas y aprovechar un subproducto que actualmente no tiene ningún tipo de valor; tras convertirlos en materias primas estarían listos para fabricar diversos productos”, detalla Diego Vázquez.

Además, desde el punto de vista económico, el proyecto conllevaría la implantación de nuevas industrias que ofertarían nuevos puestos de trabajo, siempre necesarios en la región.

El principal reto de esta startup fue conseguir un socio del sector que apostará por el proyecto, y es que fundar una empresa es un proyecto complejo y lleno de incertidumbres, pero ganar el concurso de Mares Circulares es “una importante inyección de energía que valora el esfuerzo y la aptitud de todo el equipo. Es un reconocimiento a nuestro compromiso por la sostenibilidad y nos da confianza para continuar aportando valor”, considera. Además, para el equipo ha sido crucial “el feedback positivo de una compañía como Coca-Cola te ayuda a mantener la motivación”.

Por ahora, Newmind está formada por cinco personas. La previsión de Diego Vázquez es que al comenzar con la producción industrial la empresa pueda precisar de una veintena de trabajadores.

Les deseamos mucha suerte a las dos en su compromiso con la economía circular.