Curiosidades muy literarias sobre Coca-Cola

El vínculo entre nuestra bebida más icónica y la literatura da para libros enteros. ¿Sabías que las novelas están llenas de referencias a este sabroso maridaje? En el #DíaInternacionalDelLibro queremos que conozcas algunas de estas anécdotas interesantes y otras historias.  

Desde su creación en 1886, Coca-Cola ha sido una bebida que ha dejado su huella en la cultura popular en todo el mundo. Una de las áreas donde la influencia de Coca-Cola se puede sentir con más fuerza es, sin duda, en la literatura. Desde escritores que no podían prescindir de ella mientras trabajaban, hasta personajes ficticios que la adoran.  

La bebida favorita de los escritores 

Una de las historias más interesantes es el gusto de Truman Capote por  
Coca-Cola. El famoso autor estadounidense de Desayuno con diamantes y A Sangre Fría era conocido por su ‘amor’ por esta bebida... ¡y cuentan que bebía varias latas al día!  

Y es que Coca-Cola parece estar hecha para escritores. Otro de los que la amaban era William Faulkner. El autor de El ruido y la furia y Mientras agonizo se tomaba una botella de Coca-Cola antes de comenzar a escribir cada día, al igual que otro escritor estadounidense, F. Scott Fitzgerald.  

La célebre periodista y escritora Joan Didion empezaba cada día con una  
Coca-Cola helada y, al parecer, no encontrarla en la nevera por la mañana le causaba un gran disgusto.  

¿Literatura clásica? Perfecta para una Coca-Cola 

Si Truman Capote bebía Coca-Cola, su compañera de libros y aventuras, Harper Lee, no iba a ser menos. En su novela Matar a un ruiseñor, los personajes Scout y Jem disfrutan de una botella de Coca-Cola mientras se sientan en el porche de su casa. 

En El guardián entre el centeno de -¿será casualidad?- otro escritor estadounidense J.D. Salinger, el personaje principal, Holden Caulfield, se toma un Coca-Cola en un bar mientras reflexiona sobre su vida. Está claro que los clásicos siempre se llevaron bien. 

Primero se extraña, luego se entraña 

Pero la Coca-Cola no solo triunfó entre los escritores estadounidenses. Uno de los máximos referentes de la literatura portuguesa, Fernando Pessoa, antes de escritor fue publicista. ¿A qué no lo sabías? Pues el autor colaboraba con una agencia de publicidad en los años 20 y fue el responsable del primer anuncio de la Coca-Cola en Portugal. 

El poeta creó el eslogan “Primero se extraña, luego se entraña”. La idea era que, aunque la Coca-Cola fuese nueva al principio, luego uno se hacía fan y no podía dejar de beberla. Ese eslogan, eso sí, nunca se hizo público y hoy en día es una más de las curiosidades literarias que rodean Coca-Cola.  

Siempre al lado de los jóvenes talentos 

Al igual que con los grandes escritores, Coca-Cola también ha estado siempre acompañando a los jóvenes talentos. Cada año, Coca‑Cola en España organiza el Concurso Jóvenes Talentos de Relato Corto, en el que alumnos de 2º de ESO de todo el país dan rienda suelta a su imaginación para construir diferentes escritos a partir de una narrativa sorpresa. 

A lo largo de sus más de 60 años despertando el interés por la escritura creativa entre los jóvenes, este concurso de relato corto se ha adaptado al contexto histórico de cada generación de estudiantes. Este certamen, además de ser el más longevo de España en su categoría, demuestra que en plena era digital la escritura sigue atrayendo a los jóvenes. 

En España los escritores ¡también beben... Coca-Cola! 

Pero Coca-Cola no solo está ligada a la literatura foránea. En España tenemos referencias de esta bonita y duradera relación a lo largo de los años. Todo un clásico, Javier Cercas, se bebe una Coca-Cola en su famosa novela Soldados de Salamina. ¿Y qué mejor lugar para hacerlo que París? El escritor, narrador del libro, se sienta en la terraza de un bar en la Place Grangier y se toma un merecido descanso cerca de Notre Dame. 

 
¿Un país sin una Coca-Cola? 

En 1957, el famoso escritor colombiano Gabriel García Márquez llegó a la Unión Soviética para asistir al VI Congreso Mundial de la Juventud en Moscú. En su visita, una de las cosas que más le impresionó fue que en un país tan inmenso no hubiera ni un solo aviso publicitario de la Coca-Cola. ¿Sabes qué hizo? Llamar a su crónica de aquel viaje: URSS: 22.400.000 kilómetros cuadrados sin un solo aviso de Coca-Cola. 

Además, durante aquella travesía, García Márquez llegó a decir que la Coca-Cola “sabe a zapatos nuevos”. Y ahora sí, disfruta del #DíaInternacionalDelLibro, cómo no, con una Coca-Cola.